"Entrevista realizada la pasada primavera (2012) por el periodista Paco Poveda y publicada en diversos medios escritos".
Crecen las consultas en los
gabinetes de psicología como consecuencia de la actual crisis.
Diría que sí, aunque la crisis económica nos afecta a todos,
han aumentado los casos de personas en situación de desempleo que presentan
algún tipo de trastorno psicológico, ya que su situación los hace más
vulnerables a padecerlos.
¿Recomienda la
farmacología como tratamiento?
Por su puesto, si. ¿Por qué no ayudarnos de instrumentos
testados clínicamente y probados en su eficacia? Ahora bien, la intervención
farmacológica debe ir precedida por un buen análisis físico y psicológico, y
por supuesto, “siempre acompañado de psicoterapia”. Debe ser una intervención
controlada por el médico y el psicólogo. Este tipo de intervenciones pueden
mostrar algún inconveniente si sólo se sustenta en el apoyo farmacológico.
¿Incrementa la crisis
económica los casos de acoso laboral?
Ante una situación prolongada de incertidumbre y estrés,
como la actual crisis económica, todos los índices psicológicos se disparan. Y
esto se manifiesta también en las relaciones socio-laborales, incrementando los
casos de mobbing. Los recortes de plantilla y una mala organización del trabajo,
son un “caldo de cultivo” para situaciones de estrés y conductas de acoso.
Según destaca Alfonso Rodríguez, psicólogo de la Federación de Servicios
Públicos del sindicato UGT. Existe la
“paradoja” de que el sector público, sobre todo en los ámbitos relacionados con
la Educación y la Sanidad, es donde más situaciones de este tipo se registran.
¿Entonces, significa
esto que otros tipos de acoso como el de género y el mal trato a niños aumentan
por derivación de la crisis económica?
Hace pocas semanas leí en una revista que publica el Colegio
de Psicólogos, las declaraciones del Decano del Colegio de Psicólogos de
Baleares (Javier Torres), que avisaba de un aumento de la violencia de género
en la islas. “estar en paro no es
justificante pero sí un elemento a tener
en cuenta”. El aumento de sustancias tóxicas como inhibidoras de la
realidad, la depresión y la frustración ante las expectativas de vida, actúan
como detonante de la hostilidad hacia uno mismo o sus congéneres. La situación
económica condena a seguir viviendo bajo el mismo techo a parejas que desean
divorciarse, por no tener posibilidades de crear un nuevo hogar libre de
tensiones y hostilidades y esto puede aumentar las conductas de violencia.
En cuanto al maltrato infantil, en España no tenemos datos
que avalen un incremento de los mismos, pero puede deberse a que no se han
realizado estudios que nos informen en una u otra dirección. Por otro lado, si
existen datos de Estados Unidos sobre el aumento del mal trato a niños y la
crisis, que indican que las condiciones de pobreza y/o estrés aumentan los
casos de traumatismos craneoencefálicos. Por lo que es lógico pensar que los
factores culturales y una prolongada exposición al estrés puedan contribuir al
aumento de este tipo de violencia.
¿Acusa el sexo la
crisis?
Por su puesto, la preocupación y la presión provocan un
estrés mantenido que impide un deseo sexual saludable. Como muy bien describe Robert
M. Sapolsky en su fantástico libro, “Por qué las cebras no tienen úlcera”."...Lo que realmente queremos saber es
por qué, cuando estamos estresados, el ciclo menstrual se vuelve irregular, es
más difícil alcanzar una erección y perdemos el interés por el sexo".
Es decir cuando la gente está preocupada por su vida, cuando
hay problemas de trabajo, vivienda, deudas, etcétera, es perfectamente normal
que no se preste atención al sexo y generar problemas de pareja. Hay razones
psicofisiológicas para ello.
¿Y qué podemos
hacer…?
En primer lugar hay
que tratar de despertar el deseo: “hay que salir a buscarlo”. Resultar
atractivo a tu pareja, recuperar conductas del cortejo, mandar sms subidos de tono, buscar lugares nuevos para
mantener contacto sexual, leer libros eróticos. En definitiva, procurar nuevas
conductas que propicien el sexo. Pero cuidado: no hay que forzarlo. Cuando así
lo hacemos no funciona. Pero un error de igual calibre es no hacer nada. Así el
deseo no vuelve. Hay que pensar en el sexo y en lo que significa de
comunicación y placer. Según el psicólogo y sexólogo Andrés López de la llave(director del proyecto de divulgación y
educación sexual de la UNED), “la
ansiedad es el origen del 90% de los problemas y dificultades sexuales humanas”
Además es un fantástico antídoto contra el desanimo y el mal
humor, un maravilloso revitalizador físico y optimizador mental.
¿Si el entorno es tan
hostil y la crisis nos afecta de forma tan compleja, que nos recomienda usted?
En primer lugar habría que tener en cuenta lo que señalamos los
psicólogos como la interpretación de la realidad: La intensidad de la respuesta
de estrés o mal estar, no sólo depende del estímulo estresante o de la
personalidad del individuo, (que también...) depende además, de las estrategias
que adopte la persona para afrontar el estímulo ansiógeno. Es decir que la
mayoría de las veces los problemas surgen en mayor medida de cómo los
interpretamos y de las estrategias que
llevamos a cabo para modificarlos.
En segundo lugar, según estudios recientes, se revela que
"la mayor diferencia entre quienes se declaran más felices y los menos felices
es su vivencia de las relaciones personales". Con lo que se destaca que el
apoyo social (la familia, conocer gente nueva, mostrar y recibir afecto, tener
alguien con quien compartir las dudas y problemas, ser escuchado...) es un
elemento crucial y determinante para la felicidad.
En tercer lugar, la investigación científica ha demostrado
que la risa es capaz de reducir el estrés y la ansiedad y mejorar así la
calidad de vida y la salud. Permite liberar tensiones y disipar preocupaciones.
El humor es una de las maneras más fáciles, rápidas, seguras, económicas, y
socialmente aceptables de generar una sensación positiva. Produce una sensación
de placer y bienestar que en sus versiones más intensas se ha comparado con el
sexo.
También sabemos, que es muy contagiosa…a través de su
expresión: la risa. Y que fomenta el refuerzo social mediante la cohesión
interpersonal. Además motiva y está asociada al juego (se acuerda de los
niños…) Por eso recomiendo que hagan uso frecuente de esta herramienta para
reducir aquellos momentos difíciles que nos generan tanta desazón y malestar
emocional.
Además les dejo con algunas consideraciones que los que
saben nos recomiendan...
La felicidad no es un
estado, es una actitud. Póngase el objetivo de ser feliz. Crea en sus posibilidades.
Acepte las cosas que no puede cambiar y luche por las que usted puede
modificar. Busque actividades que le diviertan
y disfrute del tiempo libre cuanto pueda. Cultive el sentido del humor
(se aprende). Apóyese en su familia y amigos para comunicar sus miedos y
pesares. Y por último ayude a otros en la medida de sus posibilidades (es muy
satisfactorio recibir de los demás el ánimo que nosotros ofrecemos).
Joaquín J. Cantó
Profesor y Psicólogo
USP Hospital San Jaime
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